Hace mucho mucho tiempo, mucho antes de nacer, alguien muy especial llamó tanto mi atención, que quise que fuera mi padre en esta vida.
Y así fue.
Desde entonces puedo decir que, gran parte de lo que soy, de lo que siento y de lo que pienso, se lo debo a él, a mi maestro.
Ese ser tímido, cálido y amistoso pero de opiniones fuertes, de corazón grande y generoso, pero un tanto serio, franco y de genio explosivo, pero vehemente, y muy, muy aragonés.
Y es que mi padre es perfeccionista hasta el punto de pensar que, si quiere algo bien hecho, lo tiene que hacer él, pues podría pasarse horas o días trabajando sobre detalles minuciosos con los cuales otros ni se molestarían. De hecho siempre me ha dicho que más que una virtud ha llegado a la conclusión de que debe de ser un defecto.
Además es de los que que nunca se conforma con las apariencias superficiales de las personas o cosas, pues le gusta indagar hasta llegar a su más pura esencia. Puede que a veces parezca irracional ante otros, pero es porque no siempre puede explicar la razón o causa de sus sentimientos; y cuando no, necesitará retirarse y disfrutar de sus momentos, esos sagrados que le hacen sentirse en paz y en armonía consigo mismo. También es experto en tener buenas relaciones con mujeres, de hecho, siempre ha estado rodeado de ellas, y además se lleva mejor que con los hombres. Jamás ha tolerado la auto compasión, es más, podría decir que uno de sus lemas es: “deja de llorar y haz algo al respecto”, sí, quizás suene muy duro, pero no me diréis que no tiene razón.
Siempre ha sido y será conocido por su falta de mezquindad, pero también por ser poco amigo de las formas tradicionales o usuales de amar, y porque le dejen hacer las cosas a su manera y ritmo.
Además este “Rey León”, nos educó pensando que, ante todo, éramos personas y no sólo niñas; por ello, cuando nacimos, no permitió que se nos marcara, cual reses, con esos pendientes horribles que ponen para dejar bien clara la diferencia entre sexos. El mismo que, cuando llegaba el verano, nos llevaba al peluquero a que nos cortara el pelo "a lo chico" para no pasar calor, y el que potenció nuestro lado más artístico dejándonos pintar sobre cualquier superficie que se nos ocurriese y con lo que se nos ocurriese…
Al que criticarán siempre por ello, pero, sobre todo, por ser un rebelde y librepensador.
Ilustre amante del trabajo artístico y creativo, así es mi padre, y con vosotros, su extraordinario trabajo.
Gracias por haberme nutrido de tanta sabiduría y por seguir haciéndolo.
Te quiero GRANDE.
http://www.estudiomarcogarcia.com
lunes, 18 de abril de 2011
martes, 12 de abril de 2011
Laura Silleras, apasionante mirada.
La primera vez que vi el trabajo de Laura Silleras me impactó sobre todo la fuerza de los personajes que siempre retrata, personalidades implacables que a través de una imagen nos invitan a imaginarnos un relato paralelo, biografías marcadas, vidas llenas de historias que contar y en definitiva instantáneas que hablan por sí solas y que transmiten toda la garra, la seguridad y el aliento con la que están hechas.
http://www.laurasilleras.com/
El resultado es un trabajo en el que nada esta hecho por casualidad y que además deja bien claro el temperamento y la naturaleza de esta valenciana que, ante todo, tiene ya muy marcado su propio estilo.
http://www.laurasilleras.com/
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